Cómo los roles de género pueden acortar nuestra vida
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Es probable que hayas escuchado la frase de que los hombres mueren más que las mujeres; ésta generalmente se da en un contexto donde ellas reclaman su derecho a la seguridad y vida en vista del aumento de feminicidios y violencia de género.
Es importante aclarar que, en efecto, sí existe una mayor tasa de muerte en hombres; sin embargo, el contexto, razones y formas son distintas y no pueden compararse bajo el mismo espectro. Aunque tienen algo en común: el machismo.
“El hombre es fuerte por naturaleza”
Según las Estadísticas Sanitarias Mundiales 2019, los hombres tenemos más probabilidades de morir a causa de enfermedades prevenibles y tratables no transmisibles, lo que podría traducirse que éstas se ven agravadas a tal punto en el que llegan a ser fatales debido a que no hubo atención médica a tiempo.
Hemos asociado la enfermedad con vulnerabilidad y debilidad, dos aspectos que no son características del hombre fuerte y varonil que las sociedades machistas nos han mostrado como ejemplo a seguir, por lo que nuestra salud se ve afectada de forma más severa por no acudir a tiempo al médico.
También nos enfermamos y debemos procurar nuestro bienestar, no es de débiles, es de seres humanos y su naturaleza susceptible.
“A los hombres nos matan más”
Según el mismo estudio realizado por la OMS en el 2019 con motivo del Día Mundial de la Salud de aquel año, los homicidios en hombres cuadruplican a los de las mujeres y se dan en contextos muy específicos: riñas con otros hombres, riñas entre pandillas o clanes (conformadas por otros hombres), delincuencia y delincuencia organizada; este tipo de actividades están basadas desde su constitución bajo códigos machistas y lideradas por hombres, en su gran mayoría.
Las tasas más altas son las de América Latina (30 por cada 100.000 hombres), en comparación a Europa, Asia y Oceanía (por debajo de 4.5 por cada 100.000 hombres)[1].
Los suicidios, por su parte, también muestran mayor número de casos en varones. Una clave, como diferentes expertos han indicado alrededor del mundo, es la idea de la masculinidad tradicional: el rol proveedor, ser dominante, invulnerables, competitivos y fuertes.
Lamentablemente la educación que la mayoría hemos llevado bajo ideas machistas nos impiden saber manejar emociones de frustración o tristeza, así como buscar ayuda cuando nos sentimos rebasados por emociones negativas.
Esto puede llegar al grado de sentir que no hay salida ante situaciones difíciles y terminar de forma trágica con nuestra vida.
Podemos ser parte del cambio
Aunque estas cifras se muestran a nivel mundial y podríamos creer que realizar un cambio global es imposible, en esta situación sí aplica la idea de comenzar el cambio en nuestro círculo más cercano y esperar a que crezca cada vez más.
Por fortuna, las masculinidades están cambiando y transformándose de forma en que sean más saludables y equitativas, eliminando los roles de género impuestos durante décadas que afectan tanto a mujeres como a hombres.
[1] Estudio Mundial sobre el homicidio de la UNODC