Qué comer para tener un cabello sano
Aunque el factor hereditario contribuye de manera importante en la salud del cabello, una dieta equilibrada y rica en nutrientes se convierte en la mejor aliada para poseer una cabellera vigorosa, brillante y exento de grasa o, en otras palabras, un cabello sano.
Cuando nos cepillamos el cabello y percibimos una latente caída de cabello, lo relacionamos con la alopecia, la cual aflige a uno de cada tres hombres mayores a cuarenta años. Es importante tener en cuenta que, en muchos casos, la caída del cabello es ocasionada por una carencia nutricional, y esto deriva en la necesidad de vigilar que nuestra alimentación sea lo más saludable posible, con el objetivo de mantener un cabello sano.
Nuestro cabello está compuesto por la proteína que alberga la queratina y minerales tales como el Cobre o el Silicio. Esto nos lleva a considerar que, para tener un cabello más sano, fuerte y brillante, es indispensable elegir los nutrientes que incluimos en nuestra dieta. A continuación, enlistamos algunos de los alimentos que no puedes dejar de consumir para conseguirlo:
Proteínas y vitaminas: Se consideran fundamentales para tener un cabello sano y vigoroso. Éstas se encuentran fundamentalmente en carnes y mariscos, sin embargo, es posible encontrarlas en alimentos como el huevo, la leche, nueces y legumbres.
Frutas y verduras: Son abundantes en vitaminas A, B y E, las cuales fortalecen el cabello y mejoran su óptimo crecimiento. La ausencia de estos ingredientes en una dieta impediría sustancialmente lucir un cabello sano.
Calcio: Presente en la leche y sus derivados. Su consumo diario favorece el crecimiento del cabello.
Minerales: Nutrientes como el Hierro se consideran fundamentales para impedir que el cabello se torne frágil, y se encuentra en vegetales verdes y carnes rojas. El Magnesio es otro mineral que ayuda cuando el cabello es débil, y se halla en semillas, cereales integrales, frutos secos, hortalizas de hoja verde y legumbres. El Zinc, que puede encontrarse en alimentos como el pepino, ayuda a incrementar el ciclo de vida del cabello. El Yodo que proviene del pescado fomenta el óptimo crecimiento del cabello y el Cobre latente en nueces, vegetales y carnes, mejora su pigmentación.
Grasas vegetales: Dichas grasas se encuentran en el aceite de oliva y algunos frutos secos. Éstos potencian la hidratación típica de un cabello sano y previenen que el cabello se torne frágil y reseco.
Biotina y ácido fólico: Ambos son fundamentales para una óptima actividad metabólica. Puedes hallarlas en cereales, hígado, huevo y en zumo de naranjas y verduras.
Agua: Su poder de hidratación es esencial para tener un cabello sano. Debido a esto, es aconsejable ingerir al menos dos litros y medio de agua al día.
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