Qué sí y qué no son las nuevas masculinidades
Sí
La masculinidad saludable apela a la horizontalidad: no hay poder del hombre sobre otros grupos de la sociedad.
Las masculinidades no hegemónicas buscan eliminar la violencia machista en todas sus formas: lenguaje, física, de omisión y de complicidad.
Se revocan los roles de género para que no exista una contraposición entre aquello que se ha dictado femenino, como mostrar las emociones y la vulnerabilidad.
Las nuevas masculinidades piensan en el espacio público como no exclusivo de los hombres, respetando las zonas confinadas resultadas del alto índice de violencia. Comparten de forma deliberada y respetuosa con otros grupos sociales.
Las masculinidades saludables aceptan el rol dominante de las masculinidades hegemónicas y se cuestionan individualmente, pero también a sus congéneres, creando una red amplia de deconstrucción del machismo.
No
Las masculinidades no hegemónicas no son un invento del movimiento feminista ni LGBT+ para adueñarse de los espacios públicos ni privados.
Las masculinidades saludables no son parte de una conspiración para que los hombres dejen de existir.
El cuestionamiento y reivindicación del machismo no es una herramienta para despojar de sus derechos a los hombres.
No es una muestra de sumisión o pérdida de hombría ser parte de la construcción de masculinidades saludables.
No busca instaurar modelos de educación que perviertan los valores familiares, trata de ampliar la visión de las acciones y actitudes violentas y nocivas, mismas que no permiten el desarrollo de una sociedad más justa, igualitaria y equitativa.