¿La depresión provoca pérdida de cabello?
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Como ya hemos mencionado en publicaciones anteriores, la alopecia puede ser causada por múltiples factores, y uno de ellos es el aspecto emocional. En el post de hoy hablaremos sobre cómo influye la depresión en la pérdida de cabello.
Depresión: el mal del siglo XXI
La Organización Mundial de la Salud (OMS) definió la depresión como la enfermedad del siglo XXI. Según datos de este organismo, alrededor de 300 millones de seres humanos padecen depresión, apuntando un aumento muy preocupante de casi el 20% entre los años 2005 y 2015. Además, se ha documentado que este trastorno es la quinta causa de incapacidad laboral.
La psicóloga y psicoterapeuta Lucrecia Villanueva refiere que las personas que padecen depresión tienen un estado de ánimo bajo continuo y prolongado, irritabilidad, estrés, cansancio, cambios en los hábitos de sueño, pérdida o aumento de peso, falta de energía y de apetito, pérdida de placer en actividades que normalmente provocan felicidad, sentimientos de inutilidad, odio o culpa, por mencionar algunos síntomas.
¿Cómo influye la depresión en la pérdida de cabello?
Si bien no se ha demostrado que la depresión ocasione pérdida de cabello de manera directa, al tratarse de un estado que genera estrés, puede derivar en otro tipo de somatización: urticaria, alopecia, alergia, tics, etc.
De esta manera, cuando nos enfrentamos a situaciones adversas, como problemas laborales o familiares, la pérdida de un ser querido, un duelo o una separación, se puede presentar un trastorno capilar llamado efluvio telógeno. Esto se refiere a una alteración en el ciclo capilar que provoca que los folículos pilosos que se encuentran en la fase de desarrollo o anágena, se precipiten inmediatamente al periodo de caída o fase telógena. En este artículo puedes conocer más acerca del ciclo de crecimiento del cabello.
Por otra parte, el trastorno ansioso-depresivo genera una serie de cambios en el organismo, disminuye la segregación de serotonina y promueve la producción de corticoides. Este cambio hormonal estimula las glándulas sebáceas, dando lugar a una sobreproducción de sebo, que puede derivar en una dermatitis seborreica, así como a la reducción de oxigeno intrafolicular. Como consecuencia el cabello se debilita e inevitablemente se cae.
La pérdida de cabello ligada al trastorno ansioso-depresivo tiene solución
La caída del cabello asociada al trastorno ansioso-depresivo en la mayoría de los casos es temporal, y se controla cuando la depresión es tratada eficazmente; sin embargo, se recomienda utilizar un tratamiento de fortalecimiento capilar.
Desde las clínicas Kaloni aconsejamos a nuestros lectores acudir con un especialista capilar con el propósito de diagnosticar un tratamiento apropiado que les permita conservar el cabello que aún permanece intacto, aportándole mayor fortaleza y densidad, y para ello les recomendamos un tratamiento de mesoterapia.
Agradecemos a la psicóloga Lucrecia Villanueva la información proporcionada para elaborar este artículo.